14ª jornada: Pontevedra 3 - Calasanz 1

ALINEACIONES:
PONTEVEDRA: Marcos, Dopazo, Bruno, Cristóbal, José Ángel, Suso, Denis, Jesús, Nogueira, Juan y Veloso.
También jugaron: Yusein, Nico, y Javichu.

CALASANZ: David Suárez, Adrián, Héctor, Eduardo, Brais, Kuma, Agulló, Vigo, Tojo, Rafa y Pedro.
También jugaron: Brais Cambre, Damián, Aarón y Adán
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ÁRBITRO: Miñán Fernández (Pontevedra). Incalificable; de lo peor, lo mas imaginable, así como los auxiliares de linea.
TARJETAS:
Por el Pontevedra: Amarilla al capitán
Por el Calasanz: Roja directa a Héctor y roja por doble amarilla a Vigo y
amarillas a Edu, Héctor, Kuman, Aarón y Agulló

El equipo llegaba a A Xunqueira con la moral alta tras la victoria frente a la Cultural Leonesa hace dos semanas. El partido comenzo de cara para el Calasanz, contando con ocasiones practicamente desde el primer minuto. Sin embargo, el árbitro comenzó a hacerse notar demasiado cuando pitó un penalti sin sentido alrededor del primer cuarto de partido. La afortunada intervención de David hizo que el ánimo no decayera en el equipo. De poco sirvió todo esto ya que las continuas intromisiones del colegiado convirtieron el partido en una batalla insufrible para el equipo visitante. A raíz de una falta inexistente llegó el primer gol del equipo de casa tras rematar un balón suelto en el área consecuente de un desafortunado despeje de la defensa. Jugada tras jugada el mal ambiente, alimentado por las decisiones arbitrales, aunmentaba en el terreno de juego. El día no estaba de cara para el Calasanz, un fuerte dolor en el cuello obligó a Eduardo a abandonar el partido en el descanso.
La segunda parte comenzó con un error defensivo provocado por la descolocada situación del equipo, lo que llevó al segundo gol del equipo local después de una gran definición de Bruno. Durante el primer tercio de la primera parte se respiró un aire de inseguridad e impotencia por la abrumante actuación del árbitro. Como consecuencia llegó, por una parte, el tercer gol del Pontevedra tras un fallo de la defensa roja al intentar despejar un balón en el área, y, por otra parte, a la expulsión de Jorge por doble amarilla y de Hector por roja directa en el minuto 57 y 60 respectivamente. A partir de este momento el juego se tranquilizó y el partido se calmó. El juego estubo muy equilibrado hasta el final a pesar de que el Calasanz solo contaba con nueve jugadores para defenderse. Esta situación benefició a los rojillos que consiguieron su único tanto del partido en el minuto 79 cuando Agulló ejecutó una falta indirecta que rebotó en la barrera y se coló sin que el portero pudiese hacer nada. El partido finalizó sin más incidencias destacadas, con un resultado que coloca al Calasanz en una situación muy delicada pero que sirve para motivar a los chavales a salir adelante y a demostrar que es injusta la situación que le está tocando vivir.
La solución hay que buscarla en el propio equipo, solo ellos harán posible que se vea cumplido el objetivo del club, y para ello cada uno debe plantearse sus propias metas y luchar por alcanzarlas. Solo de esta manera el éxito individual se podrá entender como un todo.

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